Investigado
por: Marcela Correa
Al aplicar un recubrimiento sobre
un sustrato con el fin de determinar sus propiedades hay que tener en cuenta
que el sustrato y las condiciones de secado tienen una influencia fundamental
en las propiedades finales. Esto también ocurre en la aplicación práctica de
pinturas y puede conducir a problemas de calidad y reclamaciones.
Al aplicar un sistema
pigmentario, como lo es una pintura o un recubrimiento plástico, hay que tener
en cuenta que durante el secado, el flujo de agua dentro de la capa de material
aplicado transporta consigo los productos solubilizados y la dispersión misma.
Si
el sustrato no es absorbente, el secado se efectúa por evaporación del agua y,
por consiguiente, el flujo de agua en el sustrato es del interior hacia la
superficie.
Esto
conduce a un gradiente de concentración de ligante, tensoactivos, dispersantes
y espesantes, incrementando su concentración hacia la superficie de la
película, lo que significa la formación de un gradiente del cpv en el espesor
de la película. La superficie del
recubrimiento será más rica en ligante que lo previsto en la formulación del
producto.
Si
se utiliza un sustrato absorbente (como lo representan la mayoría de los
sustratos minerales en la práctica), la mayor parte del agua fluye hacia el
fondo absorbente transportando consigo la dispersión de la superficie hacia el
interior y hacia el fondo del recubrimiento. El recubrimiento seco tendrá en la
superficie un cpv mucho mayor que lo previsto en la fórmula del producto.
Por
lo tanto es importante en la práctica aplicar una imprimación sobre fondos
fuertemente absorbentes.
No
solo la porosidad del sustrato influye en el proceso de secado, sino también el
gradiente de temperatura que ejerce durante el proceso de secado. El secado
forzado de pinturas en aplicación industrial en un túnel de secado es un caso
ejemplar para demostrar el efecto, el secado forzado acelera la evaporación
superficial del agua, y por consiguiente el aumento de concentración de
polímero en la superficie de la pintura.
En
la práctica se produce el mismo efecto al aplicar una pintura en fachadas en un
día cálido y seco, el viento refuerza aún más este efecto. Pero por otro lado,
en zonas áridas de mucho calor, los sustratos minerales en fachadas tienen una
tendencia pronunciada de alta y rápida absorción de agua, extrayendo
rápidamente el agua de la pintura y de esta forma, gran parte del polímero.
En
este caso puede sumarse dos efectos negativos que conducen a que la pintura se
“quema” como suelen decir los pintores. La pintura pierde mucho ligante y el
cpv sube notablemente y esta, por la extracción del agua, seca muy rápido y el
ligante no tiene tiempo suficiente para formar película.
Para
evitar este tipo de daños es indispensable aplicar una imprimación que pueda
ser un imprimante.
Para
más información visite: AP Emulsiones, Resinas y Aditivos
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