Por: Marcela Correa
Las resinas en emulsión se diseñan de una forma concreta y tienen un pH determinado, este pH debe de ser conservado durante el proceso de fabricación de la pintura para asegurar la estabilidad final del producto. De forma general, la mayor parte de las pinturas plásticas se ajustan a un pH entre 7-8.
Por otro lado, las basadas en polímeros acrílicos o estireno-acrílicos se ajustan a pH’s algo superiores entre 8-9, lo cual mejora sensiblemente su estabilidad. Los ajustes de pH pueden ajustarse con soluciones amoniacales, soluciones de hidróxido sódico o determinadas aminas.
Hay varios factores que hacen que el pH descienda. En recubrimientos de base acuosa tipo emisión, las bacterias desarrollan su ciclo biológico (cuando la pintura se encuentra exento de bactericidas) esencialmente en el envase, tomando como nutrientes los aditivos reológicos. En primera estancia se observará una disminución de la viscosidad, luego un descenso del pH y finalmente un fuerte olor característico, perdiendo con esto parte de las propiedades del recubrimiento.
Al utilizar como disolvente agua en pinturas plásticas, esmaltes acuosos y demás sistemas que la puedan o deban contener, esta agua tiene cationes divalentes como el Ca++ y el Mg++. Las resinas en emulsión están estabilizadas con tensoactivos aniónicos y no iónicos, y la presencia de los cationes antes indicados, producen la insolubilidad de los tensoactivos aniónicos y con ello la reducción de la estabilidad de estas pinturas, o como mal menor, el enturbiamiento y pérdida del brillo del film seco. Para evitar dicho inconveniente, generalmente se utiliza agua descalcificada y cuando ello no es posible se utilizan secuestrantes para reducir la dureza del agua.
La dureza del agua que se utilizará para la fabricación, deberá ser siempre inferior a 2°HF, los secuestrantes más utilizados son los poli fosfatos, entre éstos, el más ampliamente utilizado es el hexametafosfato sódico. Otra opción podría ser la utilización de EDTA, en tales casos conviene determinar la dureza del agua y aportar la cantidad justa, para que en función de ésta y de la cantidad de agua en fórmula, neutralice totalmente los iones divalentes.
Otro factor importante que hay que controlar para lograr una buena estabilidad final del producto es durante la mezcla de disolventes, si ésta se lleva acabo hay que tener en cuenta dos puntos muy importantes:
- Durante el proceso de fabricación en todo momento la mezcla de disolvente verdadero y de co-solvente debe ser tal que la solución del ligante sea perfecta.
- Que durante el proceso de evaporación, el ligante mientras se evapora el disolvente no se convierta en insoluble debido a una evaporación más rápida de los disolventes que de los co-solventes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario