Por: Perla Itzel Alcántara Llanas
La manera más común que hace algunos años existía para impermeabilizar superficies, era utilizar sistemas basados en asfaltos o láminas sintéticas con distintos acabados en las que generalmente se necesita realizar procesos finales adicionales en la colocación, sin embargo; en la actualidad existen soluciones alternativas como las membranas líquidas impermeables, que se aplican con diferentes técnicas y tienen espesores de unos cuantos micrómetros, llegando a tener algunos cuantos milímetros, con la ventaja de no necesitar de tratamientos finales, sino que son líquidos de composición polimérica que curan o endurecen, convirtiéndose en películas continuas por sí mismas.
Las membranas se pueden clasificar en tres grandes grupos, las que endurecen por reacción química como los poliuretanos o las poliureas, que se forman a partir de las mezcla de dos componentes separados y al unirse ocurre un endurecimiento por entrecruzamiento molecular; una segunda categoría incluye las membranas que endurecen por secado físico, tales como los acrílicos, los cauchos, los compuestos vinílicos y estirénicos, las cuales son polímeros en soluciones base agua o base solvente, que deben su endurecimiento a la evaporación del disolvente, por lo que depende de la temperatura y humedad ambiental. Por último, se encuentran las membranas prefabricadas de PVC o bituminosas, que se encuentran en forma de rollos listas para ser aplicadas.
Como es de esperarse, cada tipo de membrana tiene propiedades específicas y se pueden identificar ventajas y desventajas frente a las membranas de los demás tipos. Para resumir las propiedades, ventajas y desventajas que tiene cada tipo de membrana, se realiza una comparación entre ellas, por ejemplo, podemos decir que las membranas de curado por reacción tienen una resistencia mecánica y química más altas que las membranas de secado físico debido al fuerte entrecruzamiento que existe entre las cadenas moleculares, por lo que tiene mayor tiempo de vida y su endurecimiento es más rápido, sin embargo, el aumento de propiedades implica un mayor costo en este tipo de resinas y su aplicación es más complicada. En general, las membranas de curado por reacción presentan una buena elasticidad, resistencia al desgaste y al desgarro, adherencia al hormigón, estabilidad térmica, se adaptan fácilmente a cualquier geometría, se aplican a gran velocidad y soportan cargas de compresión.
La aplicación de membranas puede ser en la impermeabilización de cubiertas, estanques o piscinas, estacionamientos y depósitos, pero para cada situación se debe elegir la mejor configuración de capas de impermeabilizantes; normalmente el fabricante es encargado de este diseño. En general, los sistemas de membranas de curado por reacción incluyen:
· Imprimación: protegen al sustrato y facilitan la adherencia de las siguientes capas de recubrimientos, en este caso de la membrana. Existe una gran variedad de imprimación, dependiendo del soporte recubierto.
· Capa base: se refiere al tipo de membrana que actuará como capa impermeabilizante, que se adhiere directamente a la imprimación después del curado de ésta última.
· Capa de acabado: dependiendo del diseño final o aplicación de la superficie que se desee impermeabilizar, pudiendo ser desde recubrimientos resistentes a los rayos ultravioleta, hasta el montaje de un jardín.
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