Por: Marcela Correa
Existen diferentes tipos de aditivos básicos
dentro de una formulación de pinturas y recubrimientos, y su utilización es
imprescindible dentro de ésta, algunos de ellos
son los humectantes, dispersantes, bactericidas, aditivos reológicos
etc. Pero también se pueden presentar defectos que deben de solucionarse o
características que deben mejorarse y hacerles frente con la utilización de
aditivos más específicos.
En las pinturas plásticas, por ejemplo, se
utilizan alcalinizantes con el fin de dar estabilidad a la pintura, es decir
elevar el pH. Estos alcalinizantes pueden ser de diversos tipos, pero el más
empleado es el hidróxido de amónico o amoniaco; aunque también puede hacerse
uso del hidróxido sódico o el aminometil propanol. El amoniaco es el más
utilizado debido a su fácil manejo y bajo precio, además, frente al hidróxido
sódico tiene la ventaja de que una vez que el film de la pintura se ha secado,
desaparece de éste, mientras que el hidróxido sódico permanece en el film como
sustancia soluble. El aminometil propanol presenta las ventajas del amoniaco y
además actúa como humectante, pero el costo es elevado.
En el caso de las pinturas plásticas y otros
recubrimientos con un contenido importante de agua, el problema es que debe de
evitarse la oxidación del envase. El primero presenta problemas de legislación
por su alta toxicidad, mientras que el segundo supera este aspecto. Este
problema de oxidación debe de ser analizado cuidadosamente, ya que el envase
por regla general está recubierto con un barniz que en principio lo protege de
la oxidación. Sin embargo, el barniz se aplica sobre la chapa lisa antes de la
deformación y durante el proceso de fabricación del envase, durante su
utilización, los productos antes mencionados actúan únicamente sobre el lugar
de contacto entre la pintura líquida y el envase, dejando expuesta la cámara de
aire situada entre el espacio de la tapa y la pintura, por lo que el barniz
estará sometido a diversas deformaciones o soldaduras en las cuales él podría
desaparecer, dejando expuesta ciertas zonas que podrían ser inicio de la
oxidación. Por suerte, actualmente existen en el mercado productos que con un
contenido de materia activa volátil, pueden proteger el envase en todas sus
zonas.
En recubrimientos para exteriores, con el fin
de que el agua de lluvia no penetre en él, se utilizan hidrofugantes. Los
grupos más comunes son el silicato potásico, las siliconas hidrofugantes y las
ceras. Las siliconas y los siliconatos tienen un efecto perlante que impide la
penetración del agua en el seno del recubrimiento y con ello la penetración de
los contaminantes atmosféricos solubles que permiten la degradación del
soporte. Debe de tenerse en cuenta que los siliconatos de potasio tienen una
efectividad corta en el tiempo; mientras que las siliconas tienen una
efectividad mucho más prolongada. Las ceras que se utilizan para este fin son
generalmente ceras parafínicas en emulsión, su eficacia es mayor cuanto mayor
es su punto de reblandecimiento.
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