Investigados por: Marcela
Correa
Al seleccionar un adhesivo para una aplicación
determinada, una de las consideraciones más importantes es el ambiente al que
se someterá la unión adhesiva. La fuerza que actúa sobre la unión adhesiva debe
ser capaz de soportar la carga máxima esperada (sin excesiva deformación
permanente) y de resistir la fatiga o las tensiones cíclicas.
Las tensiones cíclicas, en especial las lentas,
son mucho más perjudiciales que una tensión continua. El adhesivo elegido para
una aplicación determinada debe ser capaz de resistir estas cargas y tensiones,
no solo al comienzo, sino también después de una exposición sostenida a los
factores ambientales más severos que incidirán durante la vida de la unión
adhesiva. El calor y la humedad suelen ser los factores ambientales más
perjudiciales para la mayoría de las uniones adhesivas.
Las tensiones debidas a una dilatación térmica
diferencial entre materiales distintos con muy diferentes coeficientes de
dilatación, por ejemplo, en una unión adhesiva de plástico y metal, requieren
adhesivos de módulo bajo (no frágiles) para que su comportamiento sea óptimo.
Otros factores que afectan a la durabilidad de la unión son los disolventes y
la luz ultravioleta. Se debe elegir siempre un adhesivo que sea resistente a
estos factores; no volverse permeable a los disolventes o a la humedad.
Una vez que el adhesivo ha curado completamente
y por lo tanto ha adquirido sus características físico-químicas definitivas, se
verá sometida a una serie de agentes externos que puedan modificar sus
propiedades. El medio puede debilitar la junta adhesiva y provocar el fallo
frente a esfuerzos mecánicos más débiles que los previstos.
Por ello, es necesario caracterizar las
propiedades físico-químicas de cada adhesivo y su variación frente a los
agentes externos a los que pueda verse sometida. Esto es lo que se conoce como
“durabilidad del adhesivo”.
Los valores de resistencia ambiental se dan
siempre en relación a la resistencia definitiva que se logra en la junta
adhesiva. Normalmente se emplean ensayos normalizados (atracción, desgarro,
etc.) y se observa una pérdida de la resistencia inicial en porcentaje, tras
exponer la probeta al agente concreto durante un número determinado de horas.
Las gráficas resultantes nos dan una idea de la degradación de la unión
adhesiva bajo tales condiciones.
Los factores que pueden afectar la unión
adhesiva se pueden clasificar en los siguientes grupos:
1.
Temperatura.
2.
Humedad.
3. Fluidos: aceites, combustibles, disolventes orgánicos
y clorados, agentes químicos agresivos, gases refrigerantes, etc.
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