Los riesgos derivados
del almacenamiento y manejo de pinturas y/o recubrimientos depende en gran
medida del tipo de solvente que sirve como vehículo o soporte a los pigmentos,
resinas y demás aditivos. Todos los productos químicos deben de venir acompañados
por su “ficha de seguridad”. El proveedor está obligado a entregarla en la
primera compra del producto y la revisión de la misma cada vez que sea
modificada.
Si una pintura viene
en solvente orgánico, hay que tener en cuenta los riesgos de incendio, toxicidad
del solvente (generalmente estos son depresores del sistema nervioso central) y
la toxicidad de los pigmentos y aditivos, (las pinturas que contienen pigmentos
de cromo o secantes de sales de plomo, que a largo plazo son muy peligrosos
para la salud). Las pinturas con solvente de agua, prácticamente tiene como
único peligro la toxicidad de los pigmentos y aditivos.
Algo que también hay
que tener en cuenta es que dependiendo del tipo de pintura que se trate, el
contenedor donde se transportara debe de ser el adecuado, algunos requieren de
recubrimientos especiales en sus paredes para que la pintura no ataque el
contenedor y se mantengan estables.
Existen una serie de
normas que nos ayudan a identificar, manejar y almacenar pinturas o
recubrimientos de acuerdo a su grado de peligrosidad o ausencia de esta, como
lo son las normas: NOM-018-STPS-2000 “Sistema para la identificación y
comunicación de peligros y riesgos por sustancias químicas peligrosas en los
centros de trabajo”, y la norma PROY-NMX-U-124-SFI-2015 “Recubrimientos,
pinturas, barnices y productos afines-estabilidad en el envase para pinturas
arquitectónicas base agua y base solvente”. Esta Norma Mexicana se refiere y
aplica a la determinación de la estabilidad de una pintura liquida base agua o
base solvente durante su almacenamiento en el envase original, conservando su
desempeño fisicoquímico y de funcionalidad cuando se almacena a una temperatura
mayor a la temperatura ambiente con el objetivo de acelerar el tiempo de
almacenamiento (6 meses a 1 año).
Algunos puntos
importantes que hay que tomar en cuenta para un seguro almacenamiento si estas
son sustancias combustibles e inflamables.
- Evitar cargas electrostáticas.
- Mantener los productos lejos de toda fuente de ignición
- No calentar nunca estas sustancias en recipientes destapados o con tapaderas convencionales a llama directa.
- Almacenar las menores cantidades posibles
- Disponer de extintores de CO2, polvo químico seco o espuma anti alcohol
- Observar bien donde se encuentran los dispositivos y medios de protección como extintores, alarmas, duchas de emergencia y rutas de evacuación, etc.
- Inspeccionar todos los contenedores periódicamente y antes de ingresarlos a los vehículos transportadores.
- Mantener los contenedores herméticamente cerrados y protéjalos de daño.
- Es aconsejable guardar los productos inflamables en envases de metal conectados eléctricamente a tierra. Los recipientes de plástico constituyen en caso de incendio un peligro adicional.
Investigado por: IM Marcela Correa
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